
La mejor herramienta que tenemos para ayudar al tratamiento de diferentes patologías es la alimentación.
Dentro de la dietoterapia se contemplan diferentes estrategias nutricionales que pueden resultar de gran utilidad para este tipo de situaciones fisiopatológicas. Mediante una correcta nutrición conseguiremos optimizar el tratamiento, mejorar la evolución y el pronóstico de los siguientes problemas de salud:
Acidez y reflujo gastroesofágico
Estreñimiento y diarrea
Sobrecrecimiento bacteriano
Síndrome de intestino irritable
Enfermedades autoinmunes
Síndrome de ovario poliquístico
Enfermedades hepáticas y pancreáticas
Procesos oncológicos, desnutrición, disfagia, etc.
Desde la consulta de nutrición, teniendo en cuenta las necesidades de cada paciente, se realizan diferentes tipos de dietas. En concreto, la dieta baja en FODMAP (Oligosacáridos, Disacáridos, Monosacáridos y Polisacáridos Fermentables) es una de las más utilizadas para alteraciones digestivas.